Grupo Espírita María de Nazaret

Reflexiones

Reforma Intima

La Doctrina Espírita esclarece a respecto de la transformación moral que debe ser operada en nosotros mismos. Somos todos iguales ante Dios, nuestro creador. Él nos da la oportunidad, a través de numerosas encarnaciones, de modificar nuestro interior, pues poseemos el germen divino que duerme en nuestros corazones.

Es imprescindible un cambio de dentro hacia afuera, siendo necesario identificar todos los sentimientos negativos, como el orgullo, el egoísmo. Vigilar pensamientos, actos y actitudes. La reforma es lenta y gradual y exige persistencia. A través de la lectura de buenos libros, de charlas edificantes, del estudio que nos eleva espiritualmente, de la búsqueda del conocimiento y esclarecimiento, nos vamos auto-conociendo para proporcionar la colocación de valores positivos en nuestras vidas .

Se hace necesario, aún, juzgarnos a nosotros mismos, ignorar los defectos ajenos, emplear el perdón, aniquilar a la maledicencia, ejercitar la caridad, anular las ofensas.

Nuestro modelo y guía es Jesús, que hace dos mil años vino a mostrarnos la mejor forma de caminar hasta la perfección, enseñándonos a amar a Dios y a nuestros hermanos como a nosotros mismos.

Muchas veces, el dolor nos toca la puerta. Se trata de un alerta de que algo en nosotros no está de acuerdo con la Justicia Divina. Son ocasiones que nos dan la oportunidad de mejorías más intensas.

También a través de la convivencia con nuestra familia y amigos observaremos realizarse los cambios, en un ejercicio diario de despertar virtudes y domar las malas tendencias.

Gran auxilio, con ese fin, nos proporciona la oración. Cuando es hecha con fe y vibración, ella nos conecta al Padre Celestial y vuelve receptivos el corazón y la mente a las energías que fortalecen el espíritu. Además, nos deja en sintonía con benefactores espirituales que nos auxilian en la búsqueda del buen vivir, estimulando el amor, ese sublime sentimiento que nos conduce a la felicidad, a la paz interior y a la armonía.

En este mundo de pruebas y expiaciones, donde nos deparamos con numerosas dificultades y desentendimientos, seamos tal como una pequeña luz, a irradiar esperanza, fe, optimismo, alegría. Aprendamos a valorar las pequeñas maravillas que Dios nos ofrece todos los días, incondicionalmente…

Y quién sabe, si a partir de ahora, cultivaremos mejor aquellos gestos tan sencillos, pero tan poderosos e importantes: las palabras de gentiliza, el saludo jovial y vibrante, el aprieto de mano firme y el abrazo caluroso, la permanente sonrisa en el rostro, abierto y sincero…

Evitemos quejas y lamentaciones, respondiendo siempre a los saludos con un “¡Yo voy bien!”. Pues, a pesar de eventuales dificultades, en calidad de hijos de Dios, poseemos enorme fuerza interior, capaz de vencer cualquier desafío. Disponemos de amparo e de infinitas bendiciones divinas, basta saber ver y dirigir nuestra voluntad.

¡Al despertar, agradezcamos la oportunidad de recomenzar otra vez, de corregir, de acertar, de mejorar! Mentalicemos buenos propósitos para el día que se inicia. Y a la noche, agradezcamos por todo lo que pasó, buenos o difíciles momentos. Es importante hacer una evaluación diaria de nuestras actitudes. Así, como el deseo sincero de reforma íntima, vamos cambiando los valores negativos por los positivos.

A través de nuestra conducta moral elevada, con nuestro ejemplo, influenciaremos a los que están a nuestro alrededor, siendo instrumentos de Jesús a transmitir sus enseñanzas, que son todas de amor.

La única manera de unirnos a Dios es con la auto-reforma. Él espera pacientemente a cada uno de nosotros, sin violentar nuestro libre albedrío, para que alcancemos la perfección, la felicidad absoluta, y nos unamos en una gran y fraternal familia universal.

Aprovechemos las oportunidades presentes para acelerar nuestra evolución, a través de una mejoría íntima. Nuestro Padre siempre nos da nuevas oportunidades, pero nunca igual a esta.

¡Por lo tanto, no posterguemos la felicidad para mañana!

 

Boletín Informativo Seara – Año II Nº 15 Febrero del 2000

Grupo Espírita Seara del Maestro

 

Volver

 

Grupo Espírita María de Nazaret
Los militares 4344, oficina 32 - Las Condes - Santiago - Chile
(Metro Escuela Militar)
09 923 5261 - info@mariadenazaret.cl